domingo, 15 de junio de 2014

Día 5: Vuelven las ganas de ti.

Este día ha sido largo.
Las despedidas siempre son largas, aunque duren apenas segundos. Si el adiós se convierte en hasta luego, o incluso en un ¡hola! de esplendorosa algarabía, los segundos suben de nivel y de un segundo llegan al ático del tiempo. Allá donde los días se cuentan por suspiros, y no siempre de uno en uno.

Llevo tres horas de sueño encima tan solo, y unas 4 o 5 más de sueños. Y las ojeras dicen que así no se dignan a salir. Me han montado un piquete en el párpado izquierdo diciendo que si se ha soñado sin dormir no es culpa de ellas, que hoy es día libre y no piensan trabajar. Hijas de puta, ¿desde cuándo es día libre un lunes por la mañana?

Ahora a lo prometido. Los cambios son buenos si son consentidos, sí, pero atemorizan igual. Y cuando se trata de modificar raíces ancladas en la tierra, más aún.
Poco a poco, po trochu que decían en polaco.

Y por ello, esta canción del día:

P.S.: Anoche me quedé con las ganas de decirte que te quiero. Siempre he supuesto que tengo mis formas para hacértelo saber sin decirlo, pero te lo dejo caer de nuevo por si acaso no te has enterado. Pues eso.